Estos espacios ya no sólo serán protagonistas del ecosistema emprendedor y Pyme, sino que también éstos impactarán significativamente en la reactivación, ofreciendo oficinas a bajo costo, más diversas y personalizadas, además de impulsar nuevos formatos de trabajo.
El mundo laboral ha vivido un año dinámico y no exento de complicaciones, situación que ha obligado a las empresas a adaptar nuevos esquemas de trabajo. En este contexto, los coworks se han posicionado como los nuevos asesores de las empresas en el ámbito laboral, tanto de las pequeñas como grandes compañías. Entonces ¿Cómo se proyecta esta industria para el 2021?
Un informe de la consultora JLL, publicado en Diario Financiero, indicó que en promedio, el 4% de las oficinas en Latinoamérica es utilizada por espacios tipo coworking, con contratos flexibles en base a membresías. Ante esto, la firma proyecta que, para el 2030, este sistema represente el 30% del mercado latinoamericano. En cuanto a Chile, se espera que las oficinas flexibles tendrían una participación del 1,6%.
En tanto, proyecciones de Cushmann & Wakefield ratifican que la industria repunta al alza, puesto que con el retorno a los formatos presenciales y la búsqueda de estructuras más flexibles generarán un aumento en la demanda.
Bajo este nuevo escenario de “flexibilidad laboral”, los coworks jugarán un papel determinante en la reactivación y el desarrollo de las oficinas del futuro. Para los expertos, ya no sólo se hablará de “espacios flexibles ó flexible workspaces”, si no que este concepto mutará al “flexible workpeople”, el cual tiene relación con todas las acciones que impulsen libertades en el trabajo.
Por otra parte, ámbitos como la seguridad en salud, incorporación de membresías para toda la red de un cowork y no por sucursales, aumento de espacios más privados, reducción de aforos y aceleración de la transformación digital serán parte de los cambios que realizará la industria para responder a las nuevas necesidades del mercado.
De acuerdo a los especialistas, este nuevo contexto del trabajo remoto impulsará que las empresas busquen oficinas más abiertas y flexibles, las cuales ofrezcan múltiples opciones, tales como aumentar o reducir la cantidad de espacios contratados, tomar sólo salas de reuniones para hitos puntuales, implementación de eventos con aforo reducido, e inclusive contar con sistemas por horas de trabajo. En este nuevo escenario, el coworking abre un mundo de posibilidades para emprendedores, Pymes y grandes corporaciones.
Por otro lado, las nuevas regulaciones laborales respecto al home office plantea desafíos para las empresas y costos asociados a infraestructura tecnológica, mobiliario y ergonomía. Es por esto que muchas de ellas han acudido a los cowork para apoyar el proceso de reincorporación remota de colaboradores desarrollando nuevos servicios customizados para externalizar estas nuevas exigencias. Las cuales van desde cubrir aspectos de conexión, escritorios y metros cuadrados idóneos hasta gestionar la psicoseguridad laboral de los colaboradores.
Para el gerente del área de Oficinas de Colliers International, Enrique del Campo, quien conversó con Diario Financiero, los costos influirán considerablemente al momento de la reactivación empresarial. “Aquí se está optando, en la medida de sus posibilidades contractuales y de su giro, a optimizar los espacios físicos para reducir sus costos operativos, con opciones mixtas”, enfatizó el ejecutivo.